noviembre 17, 2011

Requiebro


Vos sos, sin duda, el error que no me puedo permitir.
Sos un litro de lágrimas retroactivas,
esas que me sacaste cuando aún no te conocía.
Sos la tristeza que he dibujado en mi mente traicionada,
la misma que ha denostado mis noches solitarias.
Vos sos, sin duda, la repetición instantánea de ese amor que una vez perdí.
Vos sos la sorpresa que se sabe de antemano,
la confirmación de todas mis sospechas.
Sos la piedra en este camino que recorro solo.
Sos la mentira que me dije cuando desembarqué:
el amor mudo.
El suspiro que me permito en el confín de mi destierro.
Sí, sos vos.
Y lo sé sin conocerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario