febrero 26, 2010

(Con dedicatoria)

Europa. La proclamaste tuya y te acostaste con ella, la puta.
Quedátela, ya no la quiero.
Cométela entera o metétela por donde mejor te quepa.

febrero 22, 2010

Conexión


¿Qué escondés debajo de tu pantalón flojo y tus zapatos viejos? ¿Qué hay más allá de tu pecho flácido y maloliente, ese que se mueve incoherente debajo de tu tank top de supermercado?
No puedo saberlo, no puedo leerte y tengo que reconocerlo: la curiosidad me carcome. Me detengo fijamente en tus ojos y no logro descifrarlos. Te veo bailar como autómata al ritmo de una canción obscena, sucia, casi tan grasosa como tu cara, pero aun así, no logro entender tus señales. Y es que estás en un trance. Uno que te hace invisible, ajeno a los espectadores, ajeno hasta de tu propio cuerpo.
En principio, verte parado frente a mí, en alto, debería excitarme. Debería, en el menor y peor de los casos, producirme una erección aunque sea refleja, pero no.
No logro pasar desapercibido tu entrecejo fruncido, ese que me regaña por estar ahí, viéndote humillado. Viéndote contonear la dignidad al compás de un baile sexual que no deja nada a la imaginación. ¿Estás enojado en realidad? ¿O estás simplemente preocupado por tu próximo movimiento? Ese paso complicadísimo en el que colgás cabeza abajo en un tubo de metal posiblemente oxidable.
Sos un enigma que me intriga como nunca, un signo de interrogación convertido en danza vulgar, sin forma ni buenas maneras. Sos una pocilga, pero a la vez una necesidad. Un placer culposo, una aventura prohibida. Sos un lugar de mala muerte, un cuerpo amorfo. Sos lo que sos, porque creés que no podés ser otra cosa. Sos vos mismo, reflejado en mis ojos de miedo, de ansiedad y paranoia morbosa. No te culpo, tampoco te cuestiono, pero no sos para mí.

febrero 18, 2010

Ruptura

Despierto. Pienso en vos y me muerdo la lengua por un deseo, pero no carnal. Pienso en tu cara (y todo lo que la acompaña) y lo único que quiero es criticarte, decir que sos lo peor, socialmente inadecuado y un hombre malo en general. Pero me detengo. Me examino y me cuestiono. No sé por qué lo siento, en realidad no sos tan malo. Supongo que habrán otros que podrían enamorarse de vos y tus maneras absurdas, pero yo no puedo evitarlo: estoy enojado, estoy frustrado. Quiero agarrarte por los hombros y devolverte el forcejeo, devolverte las marcas en mi brazo derecho y decirte de una vez por todas que las cosas no tienen que ser siempre como vos las querés. No podés forzar la compañía de nadie, no podés obligarlo a sentirte, mucho menos a escucharte vomitar incoherencias que, según vos, van a salvar tu relación. Supongo que no seré la primera persona que te lo dice, mucho menos la última, pero quiero decírtelo y bien fuerte, para que te duela, para que te marque -no los brazos, sino el corazón-, tal vez así te cala. Tal vez te hace despertar de tu estúpido sueño. Necesitás darte cuenta de que no podés ser el salvador de todos, porque las cosas no se arreglan con recetarios de abuela y una mesa bien puesta. Necesitás darte cuenta, urgentemente, de que existe un mundo inmenso, más allá del tuyo, más allá de los cocktails, las dinner parties y toda tu mierda. "En este vecindario crecí y en este voy a vivir siempre". Sí, ajá, tu vecindario está en decadencia, por si aun no lo has notado. Date cuenta y hacelo ya. Tu actitud de prepotencia social fue una de las cosas que me mató y me hizo recobrar vida en rencor, en cólera. Necesito insultarte, decírtelo todo de una vez. Hoy amanecí detestándote.

febrero 14, 2010

On Valentine's day...

Love is in the air...
... or in the back of a truck.



En las fotos: Un amor clandestino, una pasión amordazada por los prejuicios sociales y por panfletos religiosos. ¿Exagero? No lo sé. Lo cierto es que esta joyita fue capturada en medio del tráfico de plenas doce del mediodía en una de las calles más transitadas de San Salvador.
Los traía adelante desde hacía unas cinco cuadras. Los vehículos se movían a unos cien metros por hora. Yo tenía sueño, hambre y calor (mi AC necesita recarga) cuando, de repente, los vi. Al principio creí que las manos se rozaban por accidente (por ese movimiento torpe que siempre he pensado que caracteriza a los camiones), pero no. El dedo índice curioso del muchacho de la derecha me lo confirmó todo: se trataba, en efecto, de un cariñito.
Juzgue usted y dé rienda suelta a su imaginación. O mejor no juzgue y limítese a inventarle una historia bonita a los cuadros que arriba le comparto. Al hacerlo, examine usted si alguna vez ha tenido que callar un sentimiento o esconder una pasión. Piense en un amor secreto. Piense en una felicidad que a pesar de ser sorda y reprimida, es felicidad a final de cuentas; pero, sobre todo, trate de concederles un final feliz, pues quién sabe si alguna vez lo lleguen a tener en realidad.

febrero 11, 2010

But then you call

* * *
I'm trying so hard to burn the bridges leading the way back to you.
I'm trying so fucking hard to ignore those stupid signs telling me you're alive,
I'm lying to myself every night thinking that you're no longer beating inside my heart.
I'm honestly trying pursue my happy ending away from the sight of you,
Away from your embrace,
Away from your stupid, selfish ways.
But then you call.
And the world stops its pace,
the bridges, unbreakable steel, unbreathable air.
And I lose myself.
I lose it.

De cómo uno solito se da paja

Uno solito dice:

  • "Nunca he sido particularmente afortunado en el amor".
  • "Creo que he puesto estándares demasiado altos".
  • "No ofrezco mucho, pero sí ofrezco algo. No sé exactamente qué".
  • "No sé si soy yo el del problema… es probable".
  • "Cuando estoy soltero aborrezco mi libertad y cuando estoy con alguien, es lo único que quiero ser: libertad".
  • "Tengo conflictos existenciales y ofertas de hombres coquetos que abiertamente han ofrecido, con o sin sus limitantes, cortejarme".
  • "Todos quieren conmigo".
  • "Vos seguramente querés conmigo".
  • "Vos no querés conmigo, porque sabés que no podés tenerme".
  • "A mí no me gusta cortejar a nadie. Odio sonar pretencioso y rimbombante, pero es cierto: a mí me cortejan. Unos, de la manera más tradicional y ridícula que pueda imaginarse; otros, no sé. Se hacen los pendejos y me tiran indirectas y yo, me hago más pendejo que ellos y nunca se las capto..."
  • "Yo soy de casa, no de caza”.

febrero 05, 2010

Suspirando ideas

Decime que no está mal querer ser consentido... querer que me hagás los mandados y todo el trabajo sucio de la vida. Decime que es normal pedirte que me cambiés una llanta o que me preparés los formularios de la renta. Decime que no está mal querer que me cocinés, que me arreglés el foco interior de mi carro y que me sirvás la gasolina en la estación. Decime, por favor, que es normal pedirte atención.

Pero si finalmente me lo decís y algún día me consentís… pretendé, por favor, que no te importa. Hacelo de mala gana. Hacelo a regañadientes y, si es posible, maldecime: por ñoño, por inútil, por estúpido. Jurame, además, que nunca te pondrás un delantal de color pastel, ni guantes floreados para hornear; y prometeme, por piedad, que jamás vestirás tus botellas de licor, ni celebrarás aplaudiendo al flan perfecto.

febrero 02, 2010

Lo malo de sueños como vos...

... es tener que despertarse.


***
Guácala

I've gone public...

... and I'm scared.