febrero 08, 2011

Mi bagaje


El orden natural de mis pensamientos se altera con tu ausencia. Marca un salto. Una elíptica en la que me sumerjo y de la que no logro salir victorioso. El orden efectivo de mis poemas, de mis vistas hacia la nada y de mis marchas sin retorno se altera de forma irrevocable sin tu voz.

Culpo a tus llamadas sordas, a tus melodías sin timbre y a todas esas palabras que me quedé esperando en vano. Te culpo, indefectiblemente lo hago. Te culpo sin garantía de audiencia, sin ejercicio de defensa. Te culpo, tres veces te culpo.

Serás feliz ahora. Lejos de mí. Lejos de mi continente -y no el tuyo-. En una isla remota, lejana, amenazada por huracanes y erupciones volcánicas. Tres mil veces te culparé entonces, cuando el derrumbe, cuando el tsunami, cuando la caliente lava te pulverice de esta tierra y no de mis pensamientos.

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