febrero 24, 2011

Terra Firma

Si supiera que mentís dormiría más tranquilo.
Si supiera que es una fase, una forma de buscar atención o de ser protagonista, respiraría con calma.
Si supiera que es solo una mascarada para construir carácter y para convertirte en "ese" personaje -el de las manías, el de los issues-, podría sonreír con normalidad.
Si me constara que no pasa nada, que solo querés adoptar una pose, jugar un papel -el de las adicciones, el de la infeliz perenne, el del que se corta, el de la que se inyecta- cerraría los ojos con paz.
Si me constara que es simple mimetismo, un mero movimiento reflejo para ser esa talented persona que se deprime para crear arte, que se apaga para brillar o que adopta como propia una búsqueda superflua de excentricismo -un emular de genios, un repetir de locos que no pueden ser nunca perfectos a pesar de que lo son-, no estaría escribiendo esto. Si me constara que es solo una cortina de seda transparente, una pasajera terquedad, una moda de modas, sería muy feliz.
Descansaría.
Respiraría profundo, soltaría un par de carcajadas para desestresar el esternón -o lo que sea que se estrese en estos casos- y, muy probablemente, pensaría en un chiste para repetirlo una y otra vez.
Pero no.
Sé que es cierto. He visto el dolor dibujado en la esquina de tus ojos. Lo he visto y lo veo cada vez con más frecuencia. He sentido la verdad en tus palabras y no se qué hacer ni decir. Quisiera poder plantarte una idea, ejecutar una incepción como en las películas, proyectarte una imagen que te haga caminar en otra dirección, en una más coherente, una más consecuente con lo que sos.
Por el momento sigo intranquilo, sigo con la sangre y las palabras secas, sigo con miedo a no tener nada inteligente por decirte y, sobre todo, sigo con miedo a que tus propios suspiros de indiferencia te empujen aun más hacia el filo del llanto, al vacío finito en el que se terminan las emociones, se apagan las ideas, las bromas, las coincidencias estúpidas, las lágrimas -de risa, de tristeza- y hasta las peleas absurdas; ese espacio maldito en el que se acaba todo, en el que se disuelve tu vida y con ella la mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario