agosto 24, 2011

En la hora del café


Yo tengo (o debería tener) asuntos más importantes por atender.
Yo tengo (estoy seguro de que así es) mejores temas sobre los cuales escribir. Sin embargo, te siento. Y lo siento tanto por mí mismo, porque me repito a pausas. A puntos. A comas.
Soy o estoy inseguro, incoherente y con la mala costumbre de releerte en mis poemas que nunca fueron, como vos y yo. Estoy mal acostumbrado a tenerte en el filo de la memoria, esa que de formas mezquinas también me incita a nunca desearte lo mejor. Ni a vos ni a él. Porque no quiero que seás feliz con ese. El nuevo, el reemplazo, mi sustituto. Ese más delgado que yo. Ese más guapo que yo. Más inteligente, más fuerte.


Nunca fuimos, vos y yo.

3 comentarios: