enero 31, 2010

De aniversarios y preguntas al aire

Enero 1983 - Enero 2010

No sé si fuiste feliz. No sé si en algún momento imaginaste que sería 'por siempre'.
Durante muchos años eso era lo que yo pensaba: ustedes se arrugarán juntos. Son una pareja feliz, estable y, en este caso particular, joven. Por supuesto, ese es un recuerdo en sepia. Yo era un niño. Todavía no se me había curtido la inocencia con la lógica obscena, con la paranoia y el análisis excesivo de temas irrelevantes.
Ahora, edad 26, lo veo y lo proceso.
Extiendo y cuento siete dedos de mis manos, y concluyo: papá, te casaste con mi mamá porque yo iba a nacer.
Pero,
¿Querías hacerlo en realidad? ¿Tenías otros planes para tu vida? ¿rock star, tal vez?
La verdad es que no sé cómo lo habrás tomado. Quiero creer que en cierto momento de la relación pensaste que valía la pena el “sacrificio”. Porque, aja, seguramente lo viste como un sacrificio, pero uno de los que valen, porque lo vale un hijo, lo vale una familia. Es lo que todos esperan hacer, el momento más importante de la vida de muchos: casarse, tener hijos, ‘sacar una casa’ y ahorrar para ponerlos en el kínder.
Eso fue entonces.
Supongo.
Pero... ¿Ahora que se acabó?
¿Qué pensás ahora que sólo queda un contrato?
¿Ahora que tu nombre está en medio de un puñado de letras legalmente vinculantes para cualquier materia, menos el corazón?
Sentimentalmente, sos parte de una ruptura, un cisma, una fractura en la unión fundamental y sagradísima del matrimonio -sarcasmo activado-.
Sos parte de una escisión cuyo clímax coincide con la mayoría de edad de mi hermana, la menor de la familia.
¿Estabas esperando eso? Hijos mayores de edad, independientes -en cierta medida-, profesionales o en rumbo de serlo. ¿Eso era? ¿Desde cuándo fue así?
¿Sos feliz ahora? ¿Fingiste serlo antes? Contame.
Quisiera que me lo platicaras. Estamos a tiempo.
Sólo quiero saber si me odias por arruinarte la vida, por cambiarte los planes.
Quiero saber si me odias por no haber aprendido a tocar ninguna de tus cinco guitarras, por dejar las clases de piano a medias.
Quiero saber si me odias por no ser tu colega, por no dejarte vivir a través de mi vida, por no contarte sobre mis novias, por no tener una y porque no la tendré jamás.
Quiero conocerte, quiero quererte.
Estoy a tiempo.

2 comentarios:

  1. Hacete la idea que probablemente nunca lo hablen o, si lo hablan, va a ser una plática cortita y cortante.

    Vos intentalo.

    ResponderEliminar